Una calavera para José Guadalupe Posada
La Catrina, José Guadalupe Posada
Colección: Museo Estudio Diego Rivera.
Foto: www.conaculta.gob.mx
La Catrina que en un principio era una crítica al gobierno de Porfirio Díaz al representar de manera irónica a la sociedad de esa época se ha convertido en un icono de la celebración del Día de Muertos, un ritual que fusiona gran parte de las tradiciones indígenas sobre el culto a la muerte y una visión de esta más como un paso a otra dimensión que como el fin de la vida.
Una calavera, con atuendo femenino, exquisitamente ataviada con sombrero es una imagen recurrente en la idea de la muerte de los mexicanos, esta es la aportación de Posada, el artista popular por excelencia. Grabador incansable comenzó a hacer figuras de diferentes tipos hasta que creo esta imagen que se ha posicionado con el tiempo en la memoria colectiva y que nos refiere a la muerte como alguien interesante al darle vida a un hecho que en muchas culturas es más que escabroso.
Nacido en 1852, con el Gobierno de Porfirio Díaz al frente de la nación, conciente de las diferencias radicales de este régimen Posada se reveló contra él en gran parte de su obra, sus inicios como dibujante de imágenes religiosas y como aprendiz en un taller de litografía y grabado en el Taller de Trinidad Pedroza marcaron el rumbo de su vida artística. Los conocimientos adquiridos le permitieron realizar ilustraciones para la revista El Jicote. Años después se trasladó a Guanajuato donde realizó litografías y grabados en madera que ilustraban cajetillas de cerillos, documentos y libros.
www.conaculta.gob.mx
Para 1887 Posada ya vivía en la Ciudad de México donde instaló su primer taller y trabajó como dibujante en editorial en el taller de Antonio Vanegas Arroyo, para quien realizó miles de ilustraciones. Trabajó como caricaturista político en periódicos como el Argos, La Patria, El Ahuizote y El hijo del Ahuizoteeditado por Ricardo Flores Magón, que reafirmaron su postura contra el régimen porfirista.
Posada trabajó arduamente en la prensa dirigida a los trabajadores la cual constituye a nuestros días la crónica de la sociedad y política de ese momento, este hecho también lo consolidó como artista popular, no sólo por su trabajo, sino por su procedencia también.
Las obras de Posada son un discurso plástico el cual habita en cada trazo, en cada movimiento que marca la intención en trazos difuminados, fuertes, armoniosos, suaves y líneas encontradas que evocan movimiento y fuerza.
Cada personaje impreso provoca y retrata fielmente a la sociedad mexicana, sus miedos, sus vacíos. Retratan a una muerte que está entre nosotros, una vida que parece no serlo al mostrar la desigualdad social predominante en esa época y una gran sensibilidad para identificar elementos propios de la cultura mexicana son rasgos característicos de la obra de Posada.
Publicación de Posada.
Colección: Museo Estudio Diego Rivera
Foto: www.proa.org
Si bien La Catrina fue un instrumento magistralmente creado para mostrar el descontento con el régimen, también ensalzaba las tradiciones, la vida cotidiana y la visión de la muerte con características que la proponen atractiva, pícara, lúdica, retadora, graciosa y cínica que criticaba fuertemente la moralidad y su culto a la modernidad.
Posada retomó e inmortalizó las famosas ¿calaveras¿, versos alusivos a la muerte cargados de humor y picardía que refieren la visita de la muerte para ser llevado al ¿más allá¿. Como parte de la picardía mexicana estos textos, lejos de resultar ofensivos, son parte de la actual celebración de la fiesta del Día de Muertos y el pretexto perfecto para hacer eco en la política mexicana y sus representantes.
La obra de Posada fue poco valorada en su momento sin embargo, fue retomada por Diego Rivera en su obra Sueño de una tarde dominical en La Alameda y José Clemente Orozco quienes admitieron no sólo la riqueza de la obra de Posada sino la gran admiración y profundo respeto por el artista. Sus obras se conservan en el Instituto Nacional de Bellas Artes, en el Museo José Guadalupe Posada en Aguascalientes y en algunas colecciones particulares. Actualmente se presenta en el Museo Casa de Carranza del INAH la vida y obra del artista en el marco de sus actividades en honor a los fieles difuntos.
Sueño de una tarde dominical
en la Alameda Central
Diego Rivera
Foto: www.scott.k12.va.us
La muerte es democrática decía Posada, pues sin importar el nivel social o las características físicas, todos terminarían siendo calaveras. Claro ejemplo del movimiento nacionalista en la plástica mexicana Posada consolidó la fiesta de Día de Muertos dándole a la muerte un rostro y cualidades propia.
http://www.arts-history.mx/semanario/especial.php?id_nota=01112007174554
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